

Contribuye a hacer la diferencia en la Agilidad, hoy.

POR QUÉ?
Agile se ha convertido en un commodity en la medida en que el espíritu de lo que representa el Manifiesto Ágil se está desvaneciendo. Vender marcos, métodos y otras formas de trabajo costosos es el orden del día del Complejo Industrial Agile, un Complejo que tiene sus intereses no en la agilidad, sino en su propia proliferación, a pesar de que sus destinatarios se beneficien o no.
El enfoque de talla única es una antítesis frustrante de lo que significa ser ágil y luchar por la agilidad y, sin embargo, se promueve y populariza en detrimento no solo del receptor, sino del movimiento ágil en su conjunto.
¡Este es el entorno en el que nació Agnostic Agile, que sirve como un recordatorio de lo que significa operar al servicio de la agilidad, uniéndose como una comunidad global para trabajar por el bien común y pelear la buena batalla!

ORÍGENES
Fundada en Londres en 2016 y publicada en 2017, Agnostic Agile es un movimiento comunitario global para mejorar la práctica profesional Agile en todo el mundo. Tenemos una comunidad creciente de miles de miembros, que ahora es administrados como un cuerpo profesional con un directorio cuyos miembros cubren casi todos los continentes del mundo.
PRINCIPIOS
Procuro defender los siguientes principios, en la mejor medida de mi capacidad y criterio:
1
Poner a mi cliente primero, haciéndole independiente.
Pondré los intereses de mi cliente primero, ya que esa es la razón por la que he sido contratado. Le ayudaré a entender profundamente la mentalidad ágil, así como los principios y valores de la agilidad, en lugar de frameworks específicos. Haciendo esto, les ‘enseño a aprender’ y los empodero a moverse de forma independiente, en vez de crear dependencias.
2
Hacer lo mejor que pueda, complementando teoría con experiencia práctica.
Aplicaré el mejor conocimiento disponible que tengo y el aprendizaje de prácticas lean y ágil que mis capacidades actuales me permiten, ya sea que las haya adquirido de mi propia experiencia o de cualquier framework que mejor se aplique al contexto y necesidad de mi cliente. Siempre buscaré asesorar basado en un balance saludable entre teoría y experiencia práctica.
3
Adaptar la agilidad al contexto.
Reconozco que existe arte en nuestras prácticas lean y de agilidad, que es guiado por evidencias empíricas y que la inteligencia emocional, el entendimiento del contexto de mi cliente, y el nivel de madurez de mi cliente puede pesar más que la adopción de cualquier (aspecto de) herramienta o framework, incluso si la herramienta o el framework podría ser la «cosa más ágil que podemos hacer». Me concentro en lo que el cliente necesita, en vez de forzar cosas que pueden no ser necesarias ni generan valor.
4
Entender los obstáculos e impedimentos y trabajar para removerlos.
Respetaré el contexto único de mi cliente y me esforzaré para remover cualquier impedimento que obstaculice la agilidad de la mejor forma en que mi conocimiento me lo permita.
5
Compartir, aprender y mejorar.
Compartiré con alegría y entusiasmo mis conocimientos y experiencias honestamente con otros compañeros agilistas, ayudando continuamente a mejorar nuestras prácticas comunes sobre lean y agilidad. Esto incluye proporcionar feedback constructivo donde y cuando sea apropiado de la forma más respetuosa posible, para que todos puedan beneficiarse del aprendizaje y la mejora continua.
6
Respetar los diferentes frameworks y metodologías y a quienes los practican.
Respetaré los diferentes frameworks y metodologías y el valor que ofrecen, respetaré a aquellos que los practican y a aquellos que ayudaron a crearlos y mejorarlos.
7
Reconocer lo desconocido y buscar ayuda.
En los momentos que me enfrente a un problema, o experimente un reto que supere mi conocimiento actual y mi capacidad de enfrentarlo, sin importar lo pequeño o grande que sea, admitiré con coraje que «No sé» y me comprometeré a pedir ayuda a mis compañeros agilistas si las competencias y experiencias de ellos beneficiarán a mi cliente.
8
A nunca engañar ni tergiversar.
Nunca engañaré diciendo que sé de algo cuando no es así y nunca tergiversaré o esconderé opciones que podrían beneficiar a mi cliente.
9
Recordar que la agilidad no es el objetivo final.
Recordaré que logrando agilidad no se garantiza un mejor resultado para mi cliente y que en algunos casos enfoques más tradicionales podrían beneficiar mejor en el clima y contexto actuales.
10
Reconocer que el dogmatismo no es agilidad.
No ser dogmático cuando se trate de prácticas o métodos lean y ágiles, porque el dogmatismo no es agilidad, no beneficia a mi cliente, ni a mi comunidad ni se presta para continuamente mejorar mi propia práctica. En consecuencia me alejaré y distanciaré de ello.
11
Reconocer que hay más en la agilidad que la agilidad misma.
Reconocer que el camino hacia la agilidad algunas veces necesita construirse para que podamos comenzar o continuar nuestro viaje. Construir el camino puede incluir prácticas como coaching de personas y organizaciones, aplicación de pensamiento lean y la gestión del cambio organizacional. Por lo tanto buscaré aprender y dominar todo lo que sea necesario para hacer del camino hacia la agilidad un camino seguro.
12
Dar a la comunidad de la misma forma que ella me ha dado a mí.
Recordaré que soy miembro de una comunidad de profesionales que practican lean y ágil. Me esforzaré en mejorar mi comunidad y aprender de ella así como ella puede aprender de mí, ya que al hacerlo, en última instancia será beneficioso para los practicantes de la agilidad y clientes de todo el mundo.
13
Abrazar la diversidad sin compromiso.
Promoveré la diversidad y la inclusión en mi lugar de trabajo y al relacionarme con los clientes y sus asignaciones. Me esforzaré por educar a los líderes y gerentes de contratación, celebrar las diferencias de los empleados y buscar constantemente desafiar mis prejuicios conscientes e inconscientes.